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Carta para vos

By 16 de mayo de 2021No Comments

16 de Mayo 2021

Querido amigo/a:

Espero que cuando recibas estas líneas te encuentres muy bien.

Hoy quería compartirte una nueva experiencia que seguramente me acompañaras a vivir.

Como fue un hermoso día de sol, y como tengo la fortuna de vivir muy cerca del majestuoso río Paraná, luego del almuerzo y aprovechando la energía del hermano sol, hicimos caminata hacia el río.

Hacía algún tiempo que no iba para ese lado, así que volví a hacer reconocimiento del barrio, los nuevos comercios que se han abierto a causa de la pandemia y disfrute del sol y los arboles.

Cuando llegué a mi «río Marrón» , me encontré frente a «mis» barrancas de siempre, empecé a retroceder en el tiempo, y no hacia las salidas románticas de adolescencia, sino a mi infancia., mi infancia y el río.

Tuve una infancia feliz, no teníamos auto así que las salidas eran caminando ja ja. Y una de esas salidas obligadas era ir a pescar, que aclaro, nunca me gustó.

Pero mientras mi familia pescaba yo me divertía jugando en las barrancas, armaba mi casita que adornaba con flores de Dama de noche que crecían por montones, inventaba historias increíbles que eran envidia del mejor escritor.

Hoy, cuando regrese allí, vi el avance de las fábricas en mi rincón de los recuerdos y pensé: cuánto ganamos en recursos técnicos y cuanto perdimos en recursos naturales.

Pero también reflexioné sobre tantos posteos que vemos a diario en loas redes sociales sobre volver a la naturaleza, ser mas humanos, evolucionar como raza.

Y creo que esta evolución podemos lograrla si permitimos que nuestros niños, mas allá de donde se encuentren, puedan seguir soñando, creando, inventando sus propias historias.

Y no es que ellos sean el futuro, no, ellos son el presente, ellos nos muestran cada día a vivir sin egocentrismo, sin orgullos, sin miedos.

Los niños se caen y se levantan, aprenden todo el tiempo, siempre están en busca de nuevas aventuras. Nunca se rinden, ríen cuando son felices, lloran cuando están tristes y abrazan cuando así lo sienten.

Se divierten con motos de tronco, autos de cartón y comida de plastimasa. Comen sin miedo a engordar, les gusta los chocolates y las meriendas ricas. Lucen tacones altos , faldas largas y sombreros enormes sin temor a hacer el ridículo.

Su inocencia traspasa nuestra alma y nuestro corazon, y cuando al fin se duermen, transmiten tanta paz que conmueve.

«Para llegar al reino de los cielos, deben ser como niños» , dijo Jesús, y creo que a esto se refería.

No se como fue tu niñez, pero te regalo mis recuerdos lindos, y te invito a que encuentres ese niño/a en tu interior , lo lleves de paseo y le digas, bienvenido al 2021, ayúdame desde tu corazón a transitarlo para crear un mundo mejor.

Me despido, dejándote esta tarea y espero tu respuesta pronto.

Con un inmenso abrazo a tu niño/a interior, desde mi niña interior.

Te quiero mucho

Rita.