Skip to main content
Uncategorized

Los duelos- Cartas para vos

By 5 de septiembre de 2021No Comments
No quiero pensar porque no quiero que el dolor del corazón se una al dolor del pensamiento.
Emilio Castelar (1832-1899) Político español.

Hola, como estas?

Esta lluvia me llevo a la nostalgia, a encontrarme en mis silencios. A vos?

Siempre trato de que mis líneas sean positivas y te llenen el alma de esperanza y luz.

Pero la luz se reconoce porque conocemos las tinieblas. Y es en esa oscuridad donde mas nos negamos a mirarnos y sentirnos.

Seguramente cuando hablamos de duelos, pensamos en la partida física de algún ser querido, el dolor que esto nos provoca y el tiempo que nos lleva procesarlo.

Pero a lo largo de la vida, sufrimos muchos otros duelos que no los reconocemos como tal, pero igualmente lo sufrimos.

En esta pandemia hubo grandes duelos: la pérdida del trabajo o la pérdida de cómo veníamos haciendo nuestro trabajo.

Dejamos de reunirnos con nuestra familia y amigos, algunos no volvimos a verlos de manera presencial y tuvimos que dejar atrás esas juntadas y aprender a conectarnos desde la virtualidad.

El duelo del sistema educativo, que en algunos casos, no estuvo a la altura de las posibilidades de todos, y los niños y jóvenes perdieron buena parte de sus posibilidades de aprender , pero sobre todo la sociabilidad en comunidad.

Y para nosotros, los argentos, hubo un duelo que nos resulta inverosímil: dejar de compartir el mate con quien llegara a nuestra casa y tener que aprender a tomar cada uno con su mate.

Porque el mate es celebración, amistad, conexión, compartirlo era todo un sentimiento; y hoy perdimos esa oportunidad.

Hay duelos que duelen en el corazón, otros en la mente, unos en el bolsillo, otros en las relaciones. Pero sea como fuere, un duelo es un duelo y siempre genera un dolor.

Recordaba que antiguamente los caballeros se batían a DUELO; que consistía en enfrentarse uno con otro por alguna ofensa de una de las partes, y arma en manos, con presencia de padrinos que oficiaban de testigos, se decidía la vida y la muerte de uno de los contrincantes.

Entonces pensé que en cada uno de los duelos que elaboramos en nuestras vidas se da ese enfrentamiento, solo que con nosotros mismos.

Cuando nos enfrentamos en duelo con nosotros, definitivamente algo muere dentro, hay una elección y una decisión que sobrevive a nuestra propia voluntad.

Los únicos testigos que tenemos para nuestros duelos son la mente y el corazón, y normalmente, también salen afectados. Pero aún así nos acompañan y sacrifican para nuestro aprendizaje.

En estos días de silencio amoroso y necesario, esos duelos tienen lugar en mi interior, como seguramente te pasará a vos, pero siempre gana el mejor.

Mirarnos sin juzgarnos duramente, permitirnos dejar que algo muera en nuestro interior para que surja algo mejor, siempre es un gran paso.

A veces simplemente hay que permitir que suceda lo que deba suceder, confiando en que todo es para nuestro mayor bien. No dejar que la mente interfiera con los sentimientos, sino que vayan juntos de la mano.

Levantar la frente, secar las lagrimas, respirar hondo y decirnos a nosotros mismos: Estoy de pie nuevamente, listos para seguir adelante.

Dice una canción de Diego Torres: Si cada lágrima te hace más fuerte, muerde la vida con uñas y dientes.
Hoy, puede ser, que todo empiece a cambiar

Y si, se cual sea el duelo que estés transitando, te invito a que lo abraces, lo comprendas, lo vivas, lo enfrentes sin titubear. Tienes la mejor arma para vencerlo: la vida.

Por vos, por mi, por todos los que están en procesos de duelos, te mando estas líneas.

Para sentirnos acompañados, para compartir el sentir, para hacer consciente que es parte de la vida.

Sin la oscuridad de la noche no disfrutaríamos tanto la luz del amanecer.

Que llegue a tu vida toda la luz que necesitas y todo el amor que te hará fuerte.

Como siempre, sabes que te quiero. Gracias por estar siempre leyendome.

Con mucho amor. Rita