Asi comencé el año, buceando en mis vacaciones. una aventura inolvidable y fantastica experiencia que me ha servido para la vivencia de este año 2020 tan particular.
Me encanta el agua pero nunca habia buceado. Como practicante de yoga me acostumbre a respirar por la nariz, la manera mas saludable de respirar. Bajo el agua debia aprender de los peces, respirar por la boca.
Aprendi en 30 minutos a usar un traje para protejerme del frio del agua (estaba en Bariloche), a cargar con el tubo de oxigeno, antiparras y patas de rana.
Mientras esperaba mi inmersion y con todo el traje puesto pensaba para mis adentros » porque me meto en este lio??» Y si, me gusta la aventura. Y alli estaba hacia una nueva experiencia.
La inmersion fue de a poco, con un instructor y un compañero que no conocia, otro turista como yo que queria probar que se sentia. Apenas en la orilla, el agua llegaba al tobillo, nos agachabamos y sumergiamos solo la cabeza, sosteniendo en nuestra boca el regulador. Despues nos poniamos acostados, panza hacia abajo y seguiamos intentando respirar.
La verdad es que si lo pensaba no podia respirar, me ahogaba. Asi que recurri a un viejo recurso de yoga : enfocar mi mente porque mi cuerpo sabia que hacer para sobrevivir. Entonces mentalmente recitaba un mantra, cuando dejaba de hacerlo la sensacion de ahogo volvia.
Poco a poco fuimos mas profundo, observando el lecho del lago, las piedras, la transparencia del agua, y algun pescadito que pasó por allí.
En un momento me gano la mente y tragué agua y pense que me ahogaba. El instructor me ayudo y me dijo recorda las instrucciones, volvi al agua y segui disfrutando mi recorrido.
Cuando sali del agua, el cuerpo me pesaba toneladas, no podia ni mover las piernas, y no solo por el peso del equipo, sino por la tension y la emocion. Solte el equipo y mi cuerpo se hizo liviano, pensé que solo habian sido minutos y pregunte cuando tiempo habia estado: una hora y media!! No podia creerlo. Feliz por la experiencia ganada nunca pense que me seria tan util en esta situacion que vivimos hoy.
Todos tenemos las herramientas para sobrevivir esta pandemia no solo de salud sino social, y si no las tengo, las aprendo. Nunca es tarde para aprender.
Debemos aprender una nueva forma de vivir (el egoismo de esta sociedad nos llevo a donde estamos) como yo tuve que aprender de los peces. Y si , al principio es una situacion incomoda pero cuando fluimos en el agua es agradable.
En ese rato senti todas las emociones juntas y sensaciones posibles, alegria cuando vi que lo podia lograr, frustracion cuando trague agua y tuve que salir, coraje para volver a intentarlo, miedo ante lo desconocido, asombro de haber cruzado mis limites, etc,etc,etc
Me permiti sentirlas todas y cada una con la intensidad que surgian, igual que hoy las emociones nos inundan y no sabemos que hacer con ellas, pues nada, sentir, superar, fluir.
La mente nos gana cuando escuchamos noticias, cuando no escuchamos noticias, cuando nos toca de cerca, cuando lo sentimos lejano. Enfocar nuestra mente en pensamientos positivos es nuestra mejor opcion, y cuando surjan nubarrones, solo dejarlos pasar y volver a enfocarnos. Concentrarnos en lo que nos hace bien, un rato de jardin, la lectura de un libro, una ducha, cantar, bailar, descansar, dibujar,escribir. Enfocate en lo que te hace bien y vas a ver como todo alrededor se calma.
Cuando salgamos de esto, porque saldremos, vamos a sacarnos un traje muyyyyy pesado, pero vamos a sentirnos mas livianos, con menos mochilas mentales, emocionales, espirituales. Y ahi es cuando todos juntos, como humanidad vamos a festejar este buceo a nuestro interior.
Sumergirse no es facil, permanecer tampoco, pero vale la pena la experiencia.
Atrevete a bucear en tu interior y vas a ver cuanto vas a aprender de la vida. Namasté